Autocuidado y Creencias
Es común asociar el "Autocuidado" al ámbito laboral por la responsabilidad legal de las organizaciones sobre la vida, salud e integridad física de sus trabajadores, por ello cuando planteamos el autocuidado en las organizaciones hablamos de una implicación por parte de los trabajadores, colaboración comprometida por la auto responsabilización de su actuar.
Hoy llevamos un ritmo de vida tan acelerado, que muchas veces no nos damos cuenta de las cosas que hacemos. De hecho, existen rutinas o hábitos que tenemos incorporados en nuestro día a día y que nos llevan a funcionar en lo que conocemos como "piloto automático".
Por eso es importante tomarse un tiempo para reflexionar con calma sobre la forma en que nos comportamos en nuestro hogar, trabajo e incluso en la vía pública, para tener una mirada sobre qué valor le damos a nuestro propio cuidado y por qué llegamos a desarrollar la costumbre de no poner atención en ello.
¿Cómo logramos que nuestros colaboradores logren actuar bajo una conciencia de "autocuidado"?
Se debe generar una modificación de creencias entre los trabajadores, "es sabido que si alguien cree que puede hacer lago este los hará, por otra parte, si cree que es imposible hacerlo, habrá que realizar un gran esfuerzo para convencerlo de lo contrario", por tanto, si una persona que se encuentra realizando una tarea bajo un actuar riesgoso y no se a accidentado, es probable que lo siga realizando de la misma forma por mucho tiempo si no cambiamos sus creencias en su yo interno. En los procesos de modificación conductual, generación de recursos, desarrollo personal o terapia, las creencias y los valores son la raíz del cambio y los causantes del mantenimiento de este o no (Carrión, S., 2011, p. 373)

Las creencias las podemos dividir en dos, según el grado en que nos afectan, y la naturaleza de la emoción y conducta que generan:
- Creencias potenciadoras: son aquellas experiencias positivas que sin duda al igual que las limitantes, se alimentan de la inteligencia emocional concediendo motivaciones, impulsos, incentivos, condicionando nuestro actuar mediante la concientización de nuestras propias cualidades.
- Creencias limitantes: son aquellas experiencias negativas limitantes, estas obstruyen realizar un análisis objetivo de la realidad, por tanto, dejan llevar a las personas por los prejuicios, de esta forma prolifera la poca capacidad de iniciativa y una actitud pasiva frente situaciones que son percibidas como inamovibles o invariables, este es el tipo de creencias que debemos identificar y abordar para generar cambios hacia una cultura de autocuidado entre nuestros colaboradores.
Podemos lograr un cambio de creencias promoviendo instancias reflexivas mediante técnicas adecuadas (Coaching y PNL), para que la persona aprecie y tome conciencia de las señales que su yo interno le transmite al efectuar acciones riesgosas, que pueden poner en riesgo su salud e integridad física.
Posibilidad de cambio
- Las creencias que podemos modificar para crear hábito de autocuidado, son los siguientes, exceptuando la de convicción que tiene que ver con verdades de fe, a este tipo de creencias solo podemos quitarle peso.

Las creencias pueden ser modificadas para conseguir hábitos que propicien el autocuidado en las personas. Para esto es importante que el individuo cree espacios reflexivos donde pueda contradecir su creencia, este proceso se puede abordar a través de; contraejemplos, cuestionamiento de generalizaciones, malabares lingüísticos, o cambios de su modalidades.
Fase 1: Detección y observación de la creencia
Observado las expresiones de los colaboradores.
- Creo que, no es necesario usar la mascarilla.
- Confío e que, el no usar mascarilla no provocara que me enferme.
- Tengo fe en que, nada me ocurrirá si no uso mascarilla.
Observando las generalizaciones
- Todo es mentira, yo no utilizo la mascarilla.
Detectar ¿Cómo han llegado estos pensamientos ahí?
Las creencias no surgen de la nada, proceden de algún lugar, de alguna experiencia o vivencia, por lo tanto, lo que debemos hacer es cuestionar ¿Por qué creen en eso? ¿Qué los llevo a pensar eso?
Fase 2: Cambiar la creencia.
- Escoge una creencia negativa limitadora. ¿Es una creencia recibida de otras personas o tuya propia?
- ¿Cuál es la intención positiva de esa creencia? (todo comportamiento encierra una intención positiva)
- ¿Cuál es la creencia opuesta positiva que quieres incorporar?
- ¿Cómo puede mejorar mi desarrollo profesional el aplicar la creencia positiva?
- ¿Cómo podría empeorar mi desarrollo profesional por esa nueva creencia?
- ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si continúas con la vieja creencia?
Fase: 3 Consolidación de la nueva creencia.
Personalmente recomiendo consolidar la creencia de dos formas:
- Repetición de afirmaciones sobre la nueva creencia. Es una buena fórmula de reprogramar el cerebro
- Entrenamiento de la creencia a través de los comportamientos, conductas y lenguaje que estén asociados a la misma.
El promover la reflexión sobre su actuar y análisis en retrospectiva, favorece la toma de conciencia, para que la modificación de la creencia sea efectiva es necesario que la persona encuentre la respuesta.